Algernon,
Es que hay que distinguir entre el inventor, que si es buena persona seguro que querría que todos se beneficien de su invención, y la empresa titular de la patente, que lo que quiere es forrarse.
En invenciones laborales, es decir de investigadores que les pagan por ello, el inventor no es el titular de la patente, es la empresa que le paga.
El inventor en ese caso solo recibe el reconocimiento a su trabajo (derecho moral del inventor) y si negocia con la empresa un sobre sueldo, pero lo tiene que negociar como cualquier otro trabajador, no basándose en ningún derecho económico sobre la patente.
Eso es tal y como funciona ahora el sistema.
Entonces las farmaceúticas ponen el precio que quieren a los famácos, independientemente de su coste real de fabricación y de los costes de la investigación.
Por eso estaba bien, en mi opinión, la situación anterior en que no se patentaba el producto solo el procedimiento. Entonces cualquiera que descubriera un método diferente de fabricar lo mismo, podía hacerlo sin pagar licencia por la patente del producto. La idea era que eso equilibraba un poco el poder de las farmaceúticas.
Hoy por hoy, habría que reflexionar sobre como llegar a compatibilizar el incentivar a las farmaceúticas para que sigan investigando porque saben que van a recuperar el coste de la investigación, con el no concederles un poder tal que pongan precios prohibitivos que hagan los medicamentos inalcanzables para muchos pacientes.
Creo que se habla de hacer diferencias entre países en la aplicación del sistema de patentes, por ejemplo, para medicamentos del SIDA en paises de Africa. Pero no me hagas mucho caso, que lo mío son las patentes relacionadas con la informática, no con la medicina :)
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