(El mismo comentario está colgado en la pagina de Marin, a través de la cual he llegado a ésta)
No, no, no...pensando sobre ello...uhmmm...creo que esto es un complot de los fabricantes de coches, quieren aumentar las ventas, está claro... y Espartaco iba a caballo.
Los chinos si que saben, en lugar de quemar coches los producen a tajo-saco, esto si que es revolucionario. Pero propongo otro modelo de revoilusión; Formamos todos un partido político, uno por cada uno de nosotros, nos votamos a nosotros mismos, de esta manera salimos elegidos todos y no queda mas remedio que llegar a un pacto, pactamos todos con todos, ...como en las cortes no habrá sitio para dar cabida a tanta gente decidimos, de mutuo acuerdo, tomar las decisiones desde casa, nos ahorramos el taxi al senado, a la hora de votar nos ponemos de acuerdo para quedar siempre empatados, es difícil pero podemos conseguirlo, como no hay mayoría tenemos que votar de nuevo, y así hasta la saciedad con el primer asunto presentado, para no perder las buenas costumbres podemos planear que alguno de nosotros deje que compren su voto, pero los corruptos tenemos que procurar estar igualados en ambos bandos, para que no gane nadie, y si algún día, alguno de los presentes renuncia a su cargo, podemos hacer como en Gran hermano y buscar argumentos sólidos para nominar a un representante de la oposición: ¡Estas nominado!, sabias palabras, en realidad, tendríamos que ponernos todos de acuerdo para elegir el día en el que, todos a una, dimitimos.
Pero quemar coches... que sucede cuando quemamos un coche: Un tipo al que no conocemos de nada se levantará ligeramente mosqueado, su coche está calcinado, un fabricante de coches dará un salto y dirá "¡Sí, otro!", el tipo ligeramente mosqueado, supongamos que no tiene mucha pasta, buscará en un cerdito de barro alguna moneda para coger el autobús, durante el trayecto pensará en lo que va a hacer, no ha terminado de pagar las letras del coche y tiene que comprar otro para poder ir al trabajo, pero descubrirá que no es necesario porque al llegar tarde le darán una carta de despido por tardón, mientras tanto, para poder quemar otro coche, nos gastaremos una pasta en gasolina, el tipo que vende la gasolina dirá ¡Si, otro litro!, nosotros, defensores de lo justo y mal-llamados revolucionarios, buscaremos otro coche para quemar, seguro que con el fuego se resolverá nuestro problema, los del resto de la gente, el dueño del coche sin ir mas lejos, importan un pimiento, todo sea por la justicia universal, pero supongamos que tenemos la mala suerte de toparnos con el dueño del vehículo, ¡Vaya!, ¡lo siento!, podemos decirle, Se que es tu coche, pero todo es por una causa justa, y por participar en este sistema tú también eres el culpable, con un poco de suerte podremos convencerle de que el coche lo ha quemado él, y si nos dice que comparte alguno de nuestros argumentos pero no los medios, eso si no le da un colapso, entonces podemos decirle que lo revolucionario y lo justo es nuestro parecer, que tiene que darse cuenta de que está equivocado, y que lo demás es autoritario, nazi y retrogrado, si entra en razón, se unirá a nosotros y quemará el resto de autos, y cuando todo el mundo se de cuenta de esto podremos empezar a fabricar coches para todo el mundo y todos tendremos uno, y el fabricante volverá a decir: ¡Sí, otro!, hasta que a alguien descubra de nuevo alguna imperfección en el mundo y decida quemar nuestro coche, le diremos: ¡Oiga, me ha costado una revolución conseguirlo!, y nos dirá:
Tienes que entenderlo, pero todo es por una causa justa, recuerda a Espartaco
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