Ciudad imperial que nos acogió con sol a los humedecidos residentes en Sevilla hartos de lluvia durante el puente de Andalucía (a pesar de que Vueling intentara impedirlo).
Para la anécdota, en el Teatro Negro algunos espontáneos cantaron el Himno de Blas Infante (supongo que SGAE pasará la correspondiente factura a la empresa turística local).