Cambalache 3,14 - La vidriera irrespetuosa

Labordeta, regaremos la tierra para que te sea leve.

Solo los descreyentes,
los agnósticos mal intencionados
y los ateos de larga concepción
del mundo serán capaces
de abrir la grieta suficiente
patra salir huyendo hacia el futuro.

Fragmento de Fin del mundo, un poema de Labordeta.

Recuerdo que hice de portero (¡tras pagar la entrada!) en un recital que dio en el Polideportivo del Colegio San Felipe Neri de Cádiz. Uno de aquellos recitales, no del todo posfranquistas e inseguramente predemocráticos, en los que nunca se sabía hasta el último minuto si se iban a celebrar. Recuerdo que cantábamos porque aún creíamos que habría un día en que todos, al levantar la vista, veríamos una tierra llamada libertad. Quiero creer que él lo seguía creyendo. Cómo creía en ese Aragón seco al que tanto amaba.

Hasta siempre, maestro. De ti aprendimos muchas cosas. Toma esto como lo mejor que podemos decir de nadie. Regaremos la tierra para que te sea leve.

2010-09-19 12:29 | Categoría: | Enlace permanente | Etiquetas: | Y dicen por ahí